
…Y un paso a la de-re-e-e-echa. Si leíste esto cantando seguramente escuchaste la famosa versión de los Timbiriche a principios de los años 80. Pero “El baile del sapo” pertenece a la obra teatral de culto The Rocky Horror Picture Show, una propuesta bastante adelantada a su época y con la que los Boomers quizá no se sentían muy cómodos al ver ya que crea protesta al darle visibilidad y normalización a la inhibición de la sexualidad y a las diversas formas de expresión.
El show de terror de Rocky, título en español, fue creada por Richard O’Brien en 1973, y relata la historia de Frank N. Furter, un travesti científico instalado en un castillo en medio de la nada para poder hacer experimentos con la finalidad de crear a su hombre perfecto y complacer sus deseos más terrenales. Un contraste interesante se crea cuando el mundo de la rectitud y el tradicionalismo de una pareja de prometidos (Brad y Janet) se encuentra con el castillo de Frank y son invitados a vivir una noche llena de miedo, palpitaciones, y sobretodo, una explosión sexual que jamás imaginaron experimentar.

¡Y las caderas girar!
Cobijada por una nueva casa productora estrenándose en el gremio teatral, Rocky regresa a los escenarios mexicanos con una renovada propuesta visual y un elenco que se compone de la nueva oleada de actrices y actores del teatro musical sumándose a las producciones que han hecho su lucha por reactivar la industria en una época pospandémica.
Beto Torres, Gerardo González, Gloria Aura, Moi Araiza, entre otros, son los nombres que encabezan esta historia dentro impregnado de misticismo desde el primer momento que se pisa la sala. Con una ambientación de humo denso, efectos de sonidos estremecedores y una dinámica de interacción desde las butacas donde el ensamble te reta con su macabra mirada, se deja en claro que estás a punto de entrar al mundo de la transexual Transilvania y sus raros habitantes.
Y aunque han pasado casi cinco décadas, este musical sigue creando tendencia no solo por su disruptiva temática, sino por la sensacional música en vivo inspirada en el rock de la época que más allá de acompañar la historia, nos hace sentir que estamos en un auténtico concierto al estilo de los grandes iconos que le trascendieron como Bowie y Mercury potencializando lo queer como una toma de protesta sobre los escenarios y la forma normativa en la que se hacía espectáculo.
La obra se presenta jueves, viernes y sábados en el Nuevo teatro Silvia Pinal ubicado en la Col. Juárez. ¡Ve de prisa! El tiempo vuela…