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Dentro de este vasto universo llamado “Music Business”, existen una gran cantidad de mundos que convergen entre sí, algunos más y algunos menos. Está el mundo del marketing, el mundo editorial, el de las disqueras, el legal, y muchos más igual de importantes. De todos estos, hay algunos que son indispensables para que la industria exista. Uno de ellos, es el mundo de la producción musical, ya que en este se genera la piedra angular, el soporte de todo el negocio, la grabación.
Por un lado, si no existiera la música grabada, un compositor no podría llegar mucho más lejos, ya que, fuera este el artista mismo de sus composiciones o se las diera a artistas para que las interpretaran, la música solo podría divulgarse de las mismas dos formas en las que se divulgaba hace dos siglos, antes de que existieran las primeras maquinas capaces de grabar sonido (el fonoautógrafo y el fonógrafo), o sea, escrita y de boca en boca.
Por otro lado, si no existiera la música grabada, no existiría una “industria” musical como la conocemos. No habría ni disqueras, ni agregadoras, ni plataformas de streaming, ni nada por el estilo. La única forma que habría de escuchar música sería estando presente en el momento en el que la música estuviera siendo ejecutada.
Con esto en mente, es fácil entender por qué tener tu música bien grabada y producida es tan importante en la industria actual. Esas grabaciones, o correctamente dicho, masters, son el centro de tu concepto artístico. No importa si tienes un gran manejo de redes sociales y una buena agregadora, si tus masters suenan mal (lo que es muy distinto a si la canción en sí es buena o mala), no vas a llegar muy lejos por el simple hecho de que la gente va a quitar tu canción; va a ser molesto en vez de agradable.
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Lamentablemente, tener tus canciones producidas, puede resultar extremadamente caro (en verdad, puede costar lo mismo que un carro o un año de renta). Tomando en cuenta la cantidad de gente a la que se le tiene que pagar en un estudio “profesional”, el tiempo que estés ahí (más cada minuto extra que excedas el tiempo acordado), la paga de regalías a productores e ingenieros (más su cuota base), y factores como el exceso de vanidad de muchos de ellos, es posible que para lograr tener un álbum o EP 100% producido en un estudio, tengas que asaltar un banco. La buena noticia, es que los estudios “profesionales” no son la única manera de tener tu música producida, como lo era hace un par de décadas.
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Ahora la tecnología y la información están al alcance de la mayoría; lo que significa que tú mismo puedes aprender a grabar y producir tu música a un costo mucho menor de lo que sería en un estudio.
Así pues, esta guía de producción musical, la cual está dividida en 3 entradas, tiene como objetivo explicar las bases, conceptos y pasos que necesitas para grabar y producir tu música (si deseas convertirte en productor musical), o en caso de grabar con alguien en algún estudio, entender más lo que sucede, tener una mejor comunicación, y estar seguro de que no te están tomando el pelo.
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Lo primero, es conocer las tres etapas de la producción musical, que son:
- Preproducción: Esta es posiblemente la etapa más subestimada de las tres. Es todo aquello que va antes de “formalmente” grabar las canciones. Aquí se ven arreglos musicales, correcciones en las canciones, demos, y cualquier cosa necesaria para dejar la canción lista para ser grabada.
Una buena preproducción ahorra mucho tiempo después, ya que si la canción está bien aterrizada (o como se le dice, bien amarrada) en concepto y ejecución, todo fluye naturalmente a la hora de grabar, y por lo tanto a la hora de editar, mezclar y masterizar.
Algo que es conveniente tener en mente, es que muchas de las tomas que se usan en los demos durante la preproducción, pueden ser mejores que las que se graban con el objetivo de ser las tomas finales. Hay ocasiones que la ejecución de un instrumento o voz quedan maravillosas, y es difícil volver a conseguir. Así que te recomiendo no deshacerte de ninguna toma a la que le sientas potencial, incluso si no era grabada con la intención de ser una toma “seria”.
- Producción: Esta es la etapa en la que grabas las canciones. Una vez que la banda, interpretes, músicos de sesión, o todos los que estén involucrados en la canción estén bien preparados, y las obras musicales bien aterrizadas, llega el momento de grabar.
Esta etapa requiere gran paciencia; puede haber ocasiones en las que una toma solo no sale como debe y es repetir una y otra vez.
Es importante tener en mente que una buena grabación va a hacer el resto mucho más fácil. Hay gente que termina de grabar rápidamente y dice “lo arreglo en la mezcla (parte de la siguiente etapa)”. Esta es una mala mentalidad, porque es bastante complicado arreglar algo que de inicio está mal grabado. Entre mejor tengas la grabación, menos va a ser el trabajo después.
- Postproducción: Esta es la última parte del proceso de producción, y se refiere a todo lo que sucede después de grabar. Incluye la edición, la mezcla y la masterización.
La edición es donde se seleccionan las mejores tomas de cada instrumento y parte de la canción y se colocan donde deben de ir. Es como una especie de collage, donde todo es colocado donde se quiere y como se quiere.
Después está la mezcla, que es, posiblemente, la parte más sobre pensada de todas. Es aquí donde se saca el mayor brillo, la mejor versión posible, de cada parte que integra la canción.
Es la parte en la que más procesadores y efectos (no te preocupes, todos los términos extraños vienen en las siguientes partes de esta guía) se utilizan para que la canción tenga la textura deseada.
Por último, está la masterización, que puede verse como la cereza del pastel. Es donde se ve el sonido en general de la canción. En la mezcla, se pone mucha atención a ver que el sonido de cada instrumento, voz, sample, y efecto suene bien. En la masterización se busca más detallar el sonido completo de la canción, así como establecer el volumen (nivel) al que va a estar la canción.
Teniendo un mejor entendimiento de qué es como tal la producción y cómo se divide, es momento de que aprendas el “cómo se hace», lo que cubriré en la siguiente entrada de esta guía.
Imágenes: Luis Nava
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